La parada cardiaca sufrida por el jugador de fútbol de la selección masculina de Dinamarca Christian Erikssen durante un partido de la Eurocopa ha provocado que reaviva un debate largamente extendido, la necesidad o no que la población este formada en técnicas de reanimación cardiopulmonar. Este debate se extiende no solo si los adultos han de estar formados, sino de si hemos de formar también a nuestros niños, en técnicas adecuadas a su edad y conocimiento.

Llegados a este punto si nos encontramos delante de una parada cardiorrespiratoria a parte de saber valorar a la víctima si esta consciente y si respira, otro punto muy importante es saber diferenciar la víctima entre lactante, el niño adolescente y el adulto, ya que de esta diferenciación variara nuestra actuación.

Hay que distinguir tres formas de actuar frente a una reanimación cardiopulmonar: entre bebés hasta un año, niños entre un año y la edad de alcanzar la pubertad (en algunos casos, como luego veremos, se habla también de 8 años para marcar la frontera), y población adulta, entre los que se encuentran los adolescentes.  

RCP para bebés y niños: primeros pasos

Un niño que presenta una parada cardiorrespiratoria está inconsciente, no respira y no tiene signos de vida (no responde a ningún estímulo, está muy pálido o morado, no se mueve, no tose, no hace nada)

La manera de proceder en esta situación con independencia de la edad , es la siguiente:

  1. Comprobar que la zona es segura, para usted y el niño, solo hay que moverlo si la zona es peligrosa.
  2. Valorar si responde. Acérquese y arrodíllese al lado del niño, háblele en voz alta, zarandéele de manera enérgica, presiónele en el hombro y observe si abre los ojos, emite algún sonido, respira o mueve los brazos o las piernas.
  3. Pida ¡ayuda!, gritando a las personas cercanas sin separarse del niño e inicie inmediatamente las maniobras de reanimación cardiopulmonar durante 1 minutos antes de llamar al 1-1-2 y si sabe donde hay un DEA cerca separarse del niño para ir a buscarlo.

En este punto de la actuación, se recuerda lo vital que es la llamada a los Servicios de Emergencia, ya que si no se activan nunca vendrán en nuestra ayuda, y la tarea de llevar adelante una RCP será mucho mas difícil. En el caso que haya venido alguien a ayudarnos nos repartiremos las tareas, uno iniciara de manera ininterrumpidas las maniobras de RCP y la otra u otras personas serán las encargadas de llamar al 1-1-2 y de ir a buscar el DEA más cercano si conocemos su ubicación.

RCP para bebés y niños: la maniobra

Colocaremos a la víctima en una superficie dura e iniciaremos las manobras de reanimación. Realizaremos la valoración ABC (para asimilar mejor los pasos se habla de secuencia A-B-C: Abrir la vía aérea, Boca-boca y Compresiones torácicas)

En este punto ya es muy importante diferencia entre lactante, niño o adolescente.

  • Abrir la vía aérea: realizaremos la maniobra ver, oír y sentir, esta consiste en inclinar la cabeza ligeramente hacia atrás de la víctima con una mano en la frente y otra en la barbilla y comprobar si respira, nos acercaremos con la cabeza encima de la cabeza del niño mirando hacia el pecho y con la oreja encima de su boca para “ver si mueve el pecho, oír/sentir el aire”,   con esta maniobra evitamos que la lengua caiga hacia atrás y obstruya la vía aérea. En caso de presencia de un cuerpo extraño visiblemente y fácilmente extraíble en la boca, se intentará retirarlo con los dedos haciendo un movimiento de gancho, pero nunca deberemos realizar un barrido a ciegas en la boca.
  • Boca-boca: A diferencia con el adulto realizaremos 5 insuflaciones de rescate (esto es debido a que el 80% de las paradas cardiorrespiratorias que se producen en niños es debido a para parada respiratoria previa, por lo cual la sangre no tiene oxigeno y debemos oxigenarla) boca-boca  en los niños y boca-boca/nariz en los bebés. (Tapar la nariz del niño. Inspirar profundamente. Colocar nuestros labios alrededor de la boca del niño, si es menor de un año podemos cubrir boca y nariz a la vez de manera que quede completamente sellada). Las insuflaciones de rescate han de ser uniformes hasta comprobar que el tórax del niño se eleva. Retirar la boca para tomar aire y observar que el tórax vuelve a bajar. Entre cada insuflación debemos mantener la posición de la cabeza y las manos, pero debemos retirar la boca para facilitar la respiración.
  • Compresiones torácicas: “Presionar fuerte y rápido en el centro del pecho para comprimirlo. Comprimir el tórax contra la espalda de forma rítmica (100-120 compresiones por minuto) para conseguir que la sangre salga del corazón y circule por el cuerpo y crear una circulación artificial mientras no vuelva a latir y respirar espontáneamente

En este caso, hay diferencias importantes entre los bebés y los niños. No en cuanto frecuencia de las compresiones, que es de 100 y 120 repeticiones por minuto sino en la profundidad y en la manera de realizar las compresiones, en el lactante nos ayudaremos de 2 dedos para comprimir el tórax unos 4cm y en el niño para la compresión torácica nos ayudaremos de una sola mano en vez de 2 como en el adulto, y la compresión del tórax no será más de 5cm de profundidad.

En los bebes/lactantes (inferiores a 1 año) se debe colocar una otra mano de manera que aguante la cabeza en posición neutra y con dos dedos de la otra mano aplicar presión hacia abajo en el pecho del bebe comprimiéndolo unos 4cm de profundidad y realizar 30 compresiones dejando que el pecho se eleve completamente y se expanda realizaremos dos insuflaciones más y posteriormente repetir las 30 compresiones y así sucesivamente. 

En el caso de los niños, en el momento que su estatura lo permita colocaremos el talón de la mano centro torácico, encima del esternón, justo por debajo de los pezones, nunca colocaremos la mano en el extremo del esternón. realizando compresiones torácicas a una profundidad de no mas de 5cm y realizar 30 compresiones dejando que el pecho se eleve completamente y expanda realizaremos dos insuflaciones más y posteriormente repetir las 30 compresiones y así sucesivamente

Hay que realizar la RCP hasta que el niño responda (se mueva o respire) o lleguen los servicio de emergencias.

En caso de que la víctima recupere la respiración, se ha de colocar en posición lateral de seguridad (PLS) siempre que sea posible hasta la llegada de los equipos médicos, comprobando en todo momento el estado de la víctima.

Si cuentan con la formación necesaria para Ayudar, los testigos pueden desempeñar un papel crucial a la hora de mejorar la tasa de morbi mortalidad frente a una Parada Cardiaca

Autor

  • Soy un enfermero especialista en Cuidados Intensivos y atención extrahospitalaria, con una pasión por la innovación en la eHealth. Graduado con honores en Enfermería, destaco en la gestión de situaciones críticas y complejas. Lidero iniciativas para integrar la tecnología en la atención médica, promoviendo la telemedicina y soluciones digitales. Soy Director en Soporte Vital Básico y DEA acreditado por SEMICYUC.

    Ver todas las entradas
RCP Pediátrica: diferencias entre bebés, niños y adolescentes